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Unas lentes de sol (o lentes oscuros) son unas lentes de forma frecuente coloreadas u oscurecidas para proteger a los ojos de la luz directa y molesta.

Las monturas de las gafas de sol generalmente están fabricadas con metal o bien con un material sintético, como el plástico o el nailon. Las lentes suelen tener diferentes niveles de bloqueo a los rayos ultravioleta (UV).

Se sugiere la utilización frecuente de lentes de sol de buena calidad, que se ajusten al semblante de tal modo que resguarden de los rayos que procedan del frente y de los laterales, filtrando adecuadamente los rayos UV que pueden tener efectos dañinos sobre la salud ocular.

Las lentes de sol tienen su origen en torno al siglo XII en China. Fue el primer lugar donde se desarrolló una tecnología para ahumar los cristales de cuarzo con el objetivo de oscurecerlos. Estos cristales ahumados eran usados por los jueces chinos y no gafas de sol hombre hawkers tenían como objetivo principal la corrección de la vista, ni tampoco para protegerse de la luz solar. El verdadero fin de las primeras gafas de sol era el de esconder la expresión del ojo durante los juicios con el fin de ocultar cualquier evidencia sobre el resolución final que solamente se daría al acabar el juicio.

A mediados del siglo XVIII, el británico James Ayscough empezó a probar con lentes tintadas. Él no las concebía como gafas de sol ni como mecanismo de protección frente a los rayos solares, sino más bien como remedio a ciertos inconvenientes concretos de visión.

A principios del siglo XX se comenzó a generalizar el empleo de lentes de sol entre las estrellas del naciente cine mudo.

Sam Foster empezó en 1929 la producción en masa de lentes de sol económicas en U.S.A.. En 1936 aparecieron las primeras lentes polarizadas

Una exposición excesiva a la radiación ultravioleta puede causar problemas oculares a corto y en un largo plazo, entre otros fotoqueratitis, ceguera de la nieve, cataratas y múltiples cánceres oculares.2​

Hay que tener especial cuidado con los pequeños menores de doce años, ya que hasta esa edad el cristalino es especialmente transparente, lo que favorece la absorción de radiaciones UV.

No hay relación probada entre altos precios y aumento de la protección sobre radiación UV 3​4​Un color de lente oscurísimo no garantiza de forma automática que filtre adecuadamente la luz UV. En el caso de no hacerlo, se da una circunstancia especialmente peligrosa, puesto que la pupila dilatada al no recibir tanta luz perceptible recibirá aún más radiación UV. En resumen, el empleo de lentes de sol que no filtren los rayos UV adecuadamente puede ser más peligroso que no utilizar lentes de sol.

En el caso de la visión de eclipses solares, las autoridades sanitarias advierten que la protección de las gafas de sol es insuficiente para la visión directa de los mismos.